LA SONRISA ESCONDIDA DE DIOS
Leemos sus historias y no nos preguntamos cómo pudieron soportarlo todo. ¿Cómo se sobrevive a 12 años en una húmeda y malsana celda de una prisión? ¿Cómo se sobrevive mes tras mes a una depresión que debilita tanto que la muerte aparece la única esperanza? ¿Cómo se soporta la tuberculosis? ¿O el cáncer o el vacío interior o la muerte o la soledad o el divorcio? cualquiera que sea la prueba ¿Cómo se le soporta sin que el alma se marchita y se la lleve el viento? La sonrisa escondida de Dios.
En las vidas de John Bunyan, William Cowper y David Brainerd encontramos la fortaleza del alma que no solo soporta la dificultades, sino que honra a Dios en medio de ellas. El dador y sustentador de la vida los capacitados para adorar en el medio de todos los sufrimientos. Esa es la razón de que su aflicción diera tanto fruto. La historia de sus sufrimientos, de su perseverancia y de su pasión puede inspirar en su vida de la misma por la supremacía de Dios.
John Piper le invita a leer sus historias, meditar en sus vidas y sentirse animado al saber que nunca hay esfuerzo en el sufrimiento en la senda de la obediencia cristiana que sea en vano. Hasta el inclemente colina Gólgota era una calavera con un gesto de aflicción en su rostro, pero detrás de la providencia que frunce el ceño, el esconde su rostro sonriente.
De la misma forma que el sufrimiento de Bunyan, William Cowper y David produjo la adoración y la humildad qué es esencial en la vida cristiana, también nosotros podemos buscar en Dios grandes privilegios procedentes de nuestros propios sufrimientos. Y también nosotros podemos recordar: aunque el botón tenga un sabor amargo la flor será dulce.
