DESTRUYE LOS DIOSES QUE LLEVAS DENTRO
David Allen afirma que los ídolos no siempre adoptan la forma de estatua de piedra. Los deseos y necesidades íntimas pueden conducir a una conducta destructiva y a separarlo de su creador. Cuando sus ojos no están centrados en Dios se centran a menudo en otras cosas: personas, empleos, comida, bienes materiales, etc.