Sarah comparte la experiencia de su peregrinaje espiritual al escribir el libro: “Cuando empecé a escribir Jesus hoy estaba profundamente desalentada por el fracaso de un tratamiento médico intensivo que recibí durante varios meses para mejorar mi salud. Sin embargo, entre más tiempo le dedicaba al libro concentrándome en hallar la esperanza en Jesús iba sintiéndome más optimista y motivada”.